Estudiantes de la Escuela Especial 501 restauran mobiliario escolar y suman valor a la comunidad
Alumnos de la Escuela Especial 501 participan en un proyecto de restauración de sillas y mobiliario escolar como parte de sus prácticas profesionalizantes
A través de un convenio con la Unidad de Gestión Municipal, los estudiantes no solo adquieren habilidades en reparación, sino que también contribuyen al bienestar de otras escuelas de la zona.
En la Escuela Especial 501 de Mar de Ajó, un grupo de estudiantes ha asumido un rol fundamental para mejorar el estado del mobiliario escolar de la zona. Como parte de sus prácticas profesionalizantes, los alumnos trabajan en la restauración de sillas y otros muebles, tarea que lleva adelante gracias a un convenio con la Unidad de Gestión Municipal, que les provee tanto los elementos a reparar como los materiales necesarios.
Adrián Soto, profesor de la institución, explicó que la colaboración con la delegación local, liderada por César Staurino, ha permitido que este proyecto tenga un alcance significativo. «En coordinación con la delegación de Mar de Ajó, estamos restaurando el mobiliario de la Escuela N.º 12. La idea es que nuestros alumnos ganen experiencia en mano de obra y, al mismo tiempo, adquieran un sentido de pertenencia ayudando a su propia escuela y a otras de la zona», comentó.
Soto detalló que la delegación no solo les provee los materiales, sino que también ha sido un facilitador clave para desarrollar este tipo de proyectos. «Nosotros mostramos el trabajo que hacemos en la escuela, y juntos decidimos llevar adelante la restauración. Además, tenemos un proyecto adicional para fabricar cestos de basura, tanto para nuestra institución como para otras», añadió.
El proceso de restauración comenzó con el desarme y lijado de las sillas, y en las próximas etapas los alumnos trabajarán la madera antes de entregar los muebles restaurados. «Se los ve contentos, con muchas ganas de trabajar. La idea de reacondicionar algo que iba a ser descartado y saber que tienen la habilidad para hacerlo genera mucho entusiasmo. Y lo mejor es que lo están haciendo para otros chicos», destacó el profesor.
El trabajo que están realizando los estudiantes de la Escuela Especial 501 es mucho más que una simple restauración de muebles. Este proyecto simboliza la capacidad de generar un impacto positivo en la comunidad a través del aprendizaje y el trabajo en equipo. No solo desarrollan habilidades técnicas que serán valiosas en su futuro profesional, sino que también aprenden sobre la importancia de colaborar y contribuir al bienestar común.
La enseñanza no solo ocurre dentro de las aulas, y este tipo de iniciativas demuestran que el sentido de pertenencia y la solidaridad son elementos clave en la formación de jóvenes comprometidos con su entorno. Los estudiantes, al saber que su trabajo beneficia a otros niños, refuerzan su autoestima y se ven a sí mismos como agentes de cambio en su comunidad. Es un ejemplo claro de cómo la educación puede tener un impacto real y duradero, tanto en quienes la reciben como en aquellos que son beneficiados por ella.
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