Cada día estamos un pasito mas cerca de ser La Matanza
Un par de días atrás se produjo un violento robo a un comerciante de la zona sur del Partido de La Costa. La crónica policial indica que cuatro personas ingresaron armadas a la casa de un comerciante en Rivadavia al 200 y huyeron en un Citroën C4 negro.
La rápida actuación policial permitió que uno de los sospechosos fuese interceptado tras abandonar el vehículo en una calle de San Bernardo.
El resumen policial puede completarse con otros datos como la intensa búsqueda de los otros asaltantes que participaron, o que la víctima fue trasladada al Hospital de Mar de Ajó para recibir atención médica.
Muchos se quedarán conformes con esto, pero atrás del hecho delictivo también hay una lectura política que enciende un tablero lleno de luces rojas, y desde hace mucho tiempo. Porque tal vez, estemos acostumbrados que esta clase de robos pase en otros distritos, pero no acá.
Por otro lado pienso, porque no van a suceder en La Costa,? si cada vez nos parecemos más a esas ciudades donde los motochorros son los dueños de las calles; y ejecutan sin miramientos la pena de muerte para quien se sienta con derecho de defender su celular, o lo que hay en una mochila que seguramente pudo conseguir con esfuerzo y gracias el fruto de su trabajo.
Lamentablemente no se puede pedir mucho de quienes suscriben a pie juntillas las inexistentes políticas de seguridad que implementan desde el desastroso gobierno provincial. Que podemos pedir, si nuestros dirigentes sólo se juntan con Kicillof, para intentar sacar provecho a ver si desdoblando la elección pueden conseguir un voto más o un voto menos.
El poder los nubla y se atornillan a sus cargos. Para que quieren una reelección indefinida, si no son capaces de plantear una solución a los mismos problemas que existen desde que empezaban a ser gobierno allá por 1987.
Cuantos mandatos mas hacen falta para que entiendan; que por más gente que traigan para sumar votos en las elecciones, nosotros no queremos ser conurbanizados. Tenemos otra idiosincrasia y la inmensa mayoría de los vecinos de cualquiera de las localidades conocen y practican la cultura del trabajo.
Se sorprenden y sacan comunicados por que un ex concejal les dice que llenaron nuestras playas de turismo marrón, yo le agregaría que mucho mas lamentable es que hayan colmado las oficinas, las secretarías y los despachos de gobierno con funcionarios marrones. Si no son marrones, son facinerosos oportunistas o seniles cabezaduras que pretenden administrar los recursos municipales como en la década del 80.
Tal vez a ellos, la inseguridad no los alcance por que viven con custodia o encerrados adentro de Costa Esmeralda, pero la realidad se las va a cobrar, porque la gente esta harta de esta manera de hacer política, del oscurantismo y la dádiva.